jueves, 26 de marzo de 2009

" LA SINAGOGA VACÍA "


Hay palabras que históricamente han provocado pánico y llevan colores muy oscuros; una de esas palabras es " Excomunión". Recuerdo que cuando conocí a Spinoza y leí su expulsión de la Sinagoga, me quedé absolutamente anonadado.

" Los dirigentes de la comunidad ponen en su conocimiento que desde hace mucho tenían noticia de las equivocadas opiniones y errónea conducta de Baruch Spinoza y por diversos medios y advertencias han tratado de apartarlo del mal camino. Como no lograron ningún resultado y como, por el contrario, las horribles herejías que practicaba y enseñaba , lo mismo que su inaudita conducta fueran en aumento, resolvieron de acuerdo con el rabino, en presencia de testigos fehacientes y del nombrado Spinoza, que este fuera excomulgado y expulsado del pueblo de Israel, según el siguiente texto de excomunión : Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos , expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza, con la aprobación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad, ante los Santos Libros de la Ley, con sus 613 prescripciones , con la excomunión que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos (...) Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone (...) Ordenamos que nadie mantenga con él comunicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, que nadie permanezca con él bajo el mismo techo, que nadie lea nada escrito o traducido por él "

En el año 1987, la editorial Hiperión publicó un libro de Gabriel Albiac que es ameno, profundo y claro. Uno de los mejores estudios sobre las fuentes marranas del espinosismo; muy recomendable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esos que dicen llevar la palabra de Dios son los que realmente deberían ser excomulgados. Ningún ser humano podrá jamás ejercer la voluntad de Dios sobre la Tierra. Simplemente porque Dios habita en nuestros corazones, nadie -y me reitero y reafirmo- nadie puede expulsar a Dios de ahí dentro. Así pues, la excomulgación es un acto de soberbia que ni el mismo Dios permitiría. Amén.