Esta mañana he recomendado la obra de Miguel Espinosa, un escritor desconocido y muy bueno. Su muerte hace años, dejó una obra inacabada y muchas esperanzas frustradas.
En el año 1983, ganó el Premio Ciudad de Barcelona con su libro "Escuela de mandarines", libro que leí con avidez y emoción . Me deslumbró absolutamente "La tríbada falsaria y " La tríbada confusa" que compré en una edición de un solo tomo.
La importancia de la infancia y la educación de una persona, como determinantes del caráter y las querencias, está recreada en "Asklepios, el último griego", libro de lectura reposada y melancólica.
Espinosa era un abogado que malvivió económicamente toda su vida y que odiaba los oropeles y la vida burguesa; a diferencia de muchos, él logró ser consecuente con su pensamiento y anhelos.
"...Heme aquí rezando y llorando por ti, construyendo caminitos para rescatarte de la desolación y liberarte del horror, mientras tu mente maquina las más negras fechorías. ¿Cómo te atrae tan fuertemente lo envilecido? Quizá gustaste de tu lucerito, la desbaratada Damiana, porque era, en potencia, lo que hoy es en acto, y ahora tiendes a complacerte en lo que preveías y querías..."
Miguel Espinosa (1926-1982)
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