El editor y escritor Carlos Barral, hizo el campamento de milicias universitarias ( I.P.S.) en Ronda; ese verano fue importante en su vida pues, en sus memorias, habla de esos días con cariño y descubrimientos.
" ..El centro de mi experiencia de aquel verano no fue tanto la repetida aventura militar, más anodina esta vez a causa de la ausencia de la mayoría de los compinches de la vida ciudadana, como Ronda. Ronda , que recuerdo como la ciudad española que mayor sorpresa estética me ha producido, una ciudad ennoblecida incluso por la modestia de sus adornos(...)Lo más soprendente para mí, casi nórdico en aquellos pagos, de la Ronda popular, era el extraño clima de promiscuidad en los patinillos de cerámica, lo mismo de las tabernas que de los modestísimos prostíbulos; la naturalísima convivencia de las personas respetables, de las viejas matronas con la labor sobre las rodillas con los borrachos, los cantaores de ocasión y las mujeres de la vida, por ejemplo(...) Recuerdo largas veladas de copeo y tapas conversando con Alberto Oliart acerca de nuestro futuro incierto o del arte mudéjar, y tardes dilatadas, repartidas entre la Amparo y mis primeras corridas de toros, ennoblecidas por una de las pocas plazas de España que se pueden calificar de hermosa..."
Carlos Barral (1928-1989)
2 comentarios:
Un sitio para perderse tu Ronda, José María.
Recuerdo los baños árabes, el recoleto hotel San Gabriel y sus calles llenas de vida...¡y sin semáforos!.
Ronda, se ha convertido, gracias a esta bitácora, en una asignatura pendiente que tengo que aprobar.
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