Encuentro en la calle con una conocida, me comenta que acaba de llegar de Dublín de recoger a su hija y que no le ha gustado nada esa ciudad. Nunca he estado físicamente , pero he ido muchas veces de la mano de James Joyce y me encanta. Me han dado ganas de contarle que el duque de Wellington, que nació allí, odiaba ser considerado irlandés, y su odio llegó a tal extremo, que cuando le recordaban que lo era, decía : " Que un hombre haya nacido en un establo no significa que tenga que ser a la fuerza un caballo".
Menos mal que no le he contado nada más, no hubiera entendido...
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