lunes, 1 de septiembre de 2008

LA TORRE.




Junto al aperitivo, leo poemas. Julio Martínez Mesanza es un buen acompañante; gran poeta y dominador de tiempos. Su poesía bebe en los clásicos y en la métrica italiana. Refresca el vermouth.


" Aquella torre tuvo muchos dueños;
pero todos se hacían a la torre,
la torre los hacía semejantes.
Cierta vez fue ocupada por un hombre
que no gustaba de la acción guerrera;
llenó de libros los desnudos muros
e hizo llevar al sótano las armas.
Aquel hombre creía ser un sabio,
creía que los sabios eran justos
y distaban sentencias comedidas.
Pero dentro del hombre había un monstruo"

Julio Martínez Mesanza.

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