Los sonetos amorosos de Shakespeare, en traducción de García Calvo, tienen un brío especial. Se pasa de la ilusión al desencanto y del desencanto a la ilusión, con sus contradicciones.
" Mi amor es como fiebre que en el ansia hierva
de lo que alonga más la enfermedad y atiza,
consumiendo lo que del mal aún preserva
en complacer la incierta gana y enfermiza.
Mi razón, médico de amor, todo enojado
de ver que no se observa lo que dictamina,
me abandonó, y lo veo ya desesperado :
muerte es deseo que rechaza medicina.
Desahuciado estoy, sin cura mi razón,
loca furiosa ahora, más y más me agita;
mis ideas y frases como un loco son,
sin tino y fuera de verdad que en vano grita;
pues te he jurado hermosa y te vi clara y pura,
tú, más negra que el infierno y más que noche oscura "
William Shakespeare (1564-1616 )
( Foto de Harold Feinstein )
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