Entre los sabores del año pasado, un Jerez de Williams & Humbert, " Dos cortados". La tapas rondeñas; el bar " Almocábar " y el rumor de la mirada recordada.
Demasiado tiempo sin charlar con Juan Gil-Albert.
" Ortega y Gasset goza de un estilo, el suyo propio, que parece le ha sido dado por añadidura, "manu artifex ". No puede pedirse en nuestro castellano un manejo más espléndido de su natural esplendidez idiomática. Se asiste, desde el primer momento, cuando lo leemos, a la comprobación de unas facultades que, por lo plenas que se evidencian, nos comunican, como lector, seguridad y el goce que a éste acompaña; goce del viajero bien pertrechado y perfectamente asistido; sin temor al percance. Porque ésta es la sensación que nos depara Ortega desde el principio al fin, la de dominio y perfección de sus medios propios; ni un balbuceo, ni una vacilación, todo está allí en su apuesta rotundidad curvilínea, en marcha gozadora, seguro de sí mismo. Se podría suponer que, en todo escritor, en todo estilista, existe, previamente, como condición de serlo, el de la seguridad; pero no es así. La tersura de una prosa no impide, más bien lo contrario, que se nos transparente en ella, a su través, el anhelo sutil de una precisión que pasa por las incertidumbres de la búsqueda y que salva, rozándolos, los peligros de la indecisión..."
Juan Gil-Albert ( 1904-1994 )
( Foto de Thomas Doering )
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