Sigo a Nabokov desde mi adolescencia. Sus libros, tienen el aroma intenso de la sugerencia y la búsqueda. Éxito o fracaso, es lo de menos.
" -Sí, hay mucha gente arruinada ahora- observó ella con un suspiro. Y continuó, alzando de nuevo aquella ceja izquierda- : Yo también he sufrido toda clase de infortunios. Tenía un marido, era un horror nuestro matrimonio, y me dije a mí misma : ¡ Ya está bien ! Voy a vivir mi propia vida. Hace ya casi un año que no me hablo con mis padres, la gente mayor, ya sabe, no entienden a los jóvenes, y me afecta profundamente. A veces paso delante de su casa y medio sueño con entrar a verlos. Y mi segundo marido, gracias a Dios, está ahora en Argentina, me escribe unas cartas absolutamente maravillosas, pero no voy a volver nunca con él. Había otro hombre, el director de una fábrica, un señor muy reposado, me adoraba, quería que le diera un hijo, y su esposa también era un encanto, tan afectuosa, mucho mayor que él, oh, éramos buenos amigos los tres, íbamos a dar paseos en el bote por el lago en el verano, pero entonces se fueron a vivir a Frankfurt (...) Mientras tanto Kostia reflexionaba : Se está inventando todo. Muy atractiva, pese a todo. Los pechos como un par de cerditos, las caderas delgadas... "
Vladimir Nabokov ( 1899-1977 )
( Foto de Hans Mauli )
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