domingo, 16 de mayo de 2010

MONÓLOGO INTERIOR.


Es novela para releer, en ella está la tradición clásica y el reflejo de una sociedad. Esta mañana he mirado algunas páginas que tenía subrayada de " Tiempo de silencio" y me he fijado en el "monólogo interior", aquí en estado puro; los pensamientos más íntimos, antes de ser ordenados mentalmente.

" Estar tranquilo. Sentirse tranquilo. Llegar a encontrar refugio en la soledad, en la protección de las paredes. En la misma inmovilidad. No está mal. No está tan mal. Para qué pensar. No hay más que estar quieto. No pensar en nada. Llegar a hacer como si fuera un deseo propio estar quieto (...) Aquí mientras estoy quieto no me pasa nada. No puedo hacer nada por mí mismo. Tranquilidad. No puedo hacer nada; luego no puedo equivocarme. No puedo tomar ninguna resolución errónea. No puedo hacer nada mal. No puedo equivocarme. No puedo perjudicarme. Estar tranquilo en el fondo. No puede ya pasar nada. Lo que va a pasar yo no lo puedo provocar. Aquí estoy hasta que me echen y yo no puedo hacer nada por salir.

¿ Por qué fui ?

No pensar. No hay por qué pensar en lo que está hecho. Es inútil intentar recorrer otra vez los errores que uno ha cometido. Todos los hombres comenten errores. Todos los hombres se equivocan. Todos los hombres buscan su perdición por un camino complicado o sencillo "

Luis Martín-Santos (1924-1964)


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