domingo, 9 de mayo de 2010

LAS ESTANCIAS DEL SUEÑO.


Recuerdo la noche del recital poético de Josefa Parra, puro deleite y entusiasmo. No sólo es grande como poeta, lo es también cuando recita y parece un alma que vuela por la estancia; aquél día, estancias del sueño.

" ... Pues mienten los que dicen que todo tiene un límite.
Continúa incendiándose la carne, hay luminarias
de brasa en nuestros ojos cuando cae
la noche. Se repiten las secuencias :
arden las manos, garras se nos abren
donde dedos nacían, repentinos
se tensan nuestros músculos, y dejo
de pronunciar tu nombre, que mi pecho
se ha vuelto sumidero de rugidos
y mi voz es terrible como el viento
encrespado. Los dientes nos desgarran
la sudorosa piel. Llenan el aire
los perfumes amargos de la selva
y el más amargo y acre deseo.
Y, mientras copulamos como fieras, me río
de los necios que dicen que todo tiene un límite "

Josefa Parra.


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