Algunas tardes llegan recuerdos de la niñez , esos días largos y luminosos en los que la vida no solo era un estado, era mucho más.
" Rescato de las sombras del olvido
las más hermosas tardes de mi infancia :
era la luz distinta cada día
en las habitaciones de la casa.
En mi interior, una tristeza dulce
que no he abandonado; la mirada,
por las pardas colinas del ocaso,
monstruos dormidos en la lontananza.
Mi fantasía o mi dolor de entonces,
que son hoy, más maduros, los que hablan,
supieron que las tardes dejarían
sombras crueles tras belleza tanta "
Francisco Bejarano.
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