jueves, 27 de mayo de 2010

AVASALLADORA DE CLARIDAD...


Hacía años que no veía el hemiciclo del Congreso de los Diputados lleno, a rebosar. Curiosas maneras y curiosos discursos. Nunca imaginé que me provocaran tanta vergüenza ajena, tanta desazón y distanciamiento. Huyo al " Breviarium vitae" de Gil-Albert y me tomo un té helado con cardamomo.

" Lo que se suele llamar en la vida ser razonable, no pasa más allá, a lo sumo, de ser juicioso; la Razón esa concentración de fluido orgánico en la región más alta de la inteligencia, se mueve, sobre los juicios circunstanciales, como el sol sobre las labores y las cuitas humanas, abrazándolas por igual y fundiéndolas en una última categoría intelectual, ecuánime e inflexible a la vez, decisiva; así es como ha podido divinizársela en cierto momento histórico y así es como ella, la presencia de la razón, avasalladora de claridad, en el ápice del discernimiento, sella las obras supremas del hombre con su equilibrada luz cenital "

Juan Gil-Albert (1904-1994)


1 comentario:

Ula dijo...

Buena es la razón, amigo, y de bien nos vale a veces, pero si no va acompañada de la buena predisposición, la de verdad, no llegamos a ninguna parte. En todo caso nos conformaremos con eso de "que me quede como estoy", y aquí enlazo con el comentario sobre política.
Gil Albert es de las tierras en las que vivo, pero la mayoría de sus habitantes no conocen sino su nombre.
Algo se aprende siempre y hoy he aprendido que no hay que ser tan racional. (Cada cual tiene que trabajar lo suyo)
Un saludo de buenas noches con la serenata de Schubert.