jueves, 25 de marzo de 2010

" ZAPATITOS DE CEMENTO "


Hay días en los que es necesario leer a Montero Glez, escritor de dominios y de aguda mirada. Sus libros alegran a la vez que rajan. Fiel escudero de Cervantes, escribe como habla.

" Por si lo he dicho antes, estamos hablando de Conil de la Frontera, un pueblo marinero de la costa gaditana, con sus nidos de cigüeñas, sus vírgenes y sus tabernas. Y es en una de ellas donde empieza esta historia de piratas, una taberna chica que lleva por nombre La Gigantilla y que está situada en el centro del pueblo, en la misma plaza de España. Pues bien, en el instante en el que el Roque hizo aparición en la taberna, la Sole andaba en la cocina fregando.

-Un par de cajetillas de güinston, Sole, se las pone en la cuenta al coronel.

Ella hizo como que no le escuchaba y siguió fregoteando. El Roque sospechaba lo que la Sole quería, por eso cruzó la barra y corrió la cortina de chapines. Ella miró de reojo; podía advertir su figura, el aroma de macho que todo él desprendía, una fragancia espesa que le provocaba cosquilleos en el bajo vientre; la incesante fiesta de vivir que no podía contener y que disparaba sus resortes más íntimos. Volteó para clavarle una mirada hambrienta, se quitó los guantes y fue hacia él, que seguía impasible, apoyado en el marco de la puerta; envuelto en sombras... "

Montero Glez.


3 comentarios:

La Maga Maggie dijo...

Impresionante, Almirante...y la foto. Me pregunto quienes serán tus fuentes

Camarón siempre camarón

Carmen dijo...

Me ha emocionado el Camarón. Preciosa entrada. Un abrazo.

Carmen Pulido dijo...

Estaba leyendo la entrada y diciéndome, yo esto ya lo había leido, dónde? ah! claro, un libro que me había sugerido nuestro querido almirante. Gracias José María por todo lo que nos regalas.

Carmen Pulido