Como uno a veces sueña con estrellas y con caminos castellanos, no me queda más remedio, remedio gozoso, que buscar a uno de los grandes.
"... Muchas veces, ante la inmovilidad y el silencio de la naturaleza, perdían el sentido del tiempo y la noche se les echaba encima. La bóveda del firmamento iba poblándose de estrellas y Roque, el Moñigo, se sobrecogía bajo una especie de pánico astral. Era en estos casos, de noche y lejos el mundo, cuando a Roque, el Moñigo, se le ocurrían ideas inverosímiles, pensamientos que normalmente no le inquietaban.
Dijo una vez :
-Mochuelo, ¿ es posible que si cae una estrella de esas no llegue nunca al fondo?
Daniel, el Mochuelo, miró a su amigo sin comprenderle.
- No sé lo que quieres decir- respondió.
El Moñigo luchaba con su deficiencia de expresión.
Accionó repetidamente con las manos y, al fin, dijo :
- Las estrellas están en el aire, ¿ no es eso ?
-Eso.
- Y la tierra está en el aire también como la otra estrella, ¿verdad?- añadió"
Miguel Delibes (1920-2010)
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