Cuando se cierran los ojos y vienen palabras mágicas como azafates, mocarabes, alicer y tocadura, nada mejor que dormirse con un poema.
"Álzate, corazón, consumido de penas,
levántate, que sopla un viento de esperanza
por el mundo, llevándose con él tus inquietudes
y la costra de angustia que apaga tus latidos.
Álzate, viejo amigo, que el dios de los humildes
ha vuelto de su viaje al país de las sombras
y alumbra con su ojo la prisión en que yaces,
limando los barrotes de tu melancolía "
Luis Alberto de Cuenca.
1 comentario:
Gracias, almirante por este hermoso poema que aviva la esperanza.
Un saludo
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