martes, 23 de marzo de 2010

LA SERVIDUMBRE...


Lectura de los ensayos de Pedro Salinas. Es Salinas un poeta que cuando escribe en prosa, el ritmo y la mirada poética es permanente.

" Pero las lamentaciones trovadorescas saben que por lo general no llevan a nada, es decir, llevan a la composición de una nueva pieza de trovar. ¿ Por qué es esto? Porque conforme al nacimiento del amor trovadoresco, ese amor, al menos a los ojos de todos, era de correspondencia imposible, y estaba comdenado, de nacimiento, a no pasar de la aspiración. El amor que canta el trovador es, en su raiz, adulterino. La dama cantada es casi siempre la esposa de un encumbrado señor. Amor y matrimonio son incompatibles, y esta incompatibilidad acarrea otra subsidiraria : el autor de poesías amorosas dedicadas a una dama no puede casarse con ella (...) La servidumbre es, por consiguiente, el estado natural del amor. Y como en todo servicio, el servidor debe estar presto a todo linaje de penalidades, trabajos y sacrificios. De ahí nace una caracterización del estado de amor, no como situación placentera que lleva inmediatamente a la satisfacción de los anhelos y los gustos, sino como un particular modo de ser, que vale por sí mismo, aparte de toda finalidad, que se complace en su propio ser así, amante, y muestra al enamorado como desligado de todo interés logrero material "

Pedro Salinas (1891-1951)


1 comentario:

Ula dijo...

Por eso, el amor que siento y el que más me gusta a mí, es el amor de D. Quijote a Dulcinea, es decir, el amor caballeresco.
Salinas, D. Pedro, es de lo bueno, lo mejor.
Un saludo.