miércoles, 17 de marzo de 2010

HELEN JOY DAVIDSON GRESHAM.


De soslayo llego a C.S. Lewis. Leo "Una pena en observación", libro de amor, de soledad y de reflexión sobre la desdicha, siempre después del éxtasis amoroso.

"... Pero no es de mi incumbencia juzgarlos. No pasan de ser conjeturas. Más me vale conservar el aliento para soplar sobre mi sopa y enfriarla. Sea como sea, mi programa lo tengo bien claro. Volver a ella con alegría las más veces que pueda. Hasta saludarla con una sonrisa. Cuando menos la lloro, más cerca me parece sentirla.

Un programa admirable. Sólo que, desgraciadamente, no se puede cumplir. Esta noche se me ha vuelto a abrir todo el infierno de la herida reciente; las palabras insensatas, el amargo resentimiento, el mariposeo en el estómago, la irrealidad de la pesadilla, el baño de lágrimas. Porque en la pena nada se asienta. Está uno saliendo de una frase, pero siempre se repite. Vueltas y revueltas. Todo se vuelve a repetir. Avanzo en círculos, ¿ o me atrevo a sostener que avanzo en espiral?

Pero además, en este caso, ¿ voy hacia arriba de la espiral o hacia abajo?... "

C. S. Lewis (1898-1963)


1 comentario:

La Maga Maggie dijo...

Una entrada maravillosa, me siento identificada...

un beso, Almirante