Leo a Bernardo de Balbuena, poeta de vida agitada, que acabó de obispo en Puerto Rico. Buena compañia en estos tiempos de congojas.
" Perdido ando, señora, entre la gente
sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida;
sin vos porque de mí no sois servida,
sin mí porque sin vos no estoy presente;
sin ser porque del ser estando ausente
no hay cosa que del ser no me despida;
sin Dios porque mi alma a Dios olvida
por contemplar a vos continuamente;
sin vida porque ausente de su alma
nadie vive, y si ya no estoy difunto
es en fe de esperar vuestra venida.
¡ Oh, vos por quien perdí alegría y calma
miradme amable y volveréisme al punto
a vos, a mí, a mi ser, mi Dios, mi vida ! "
Bernardo de Balbuena (1562-1627)
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