Es poema de madrugada, de madrugada de viernes.
" Siempre fue la tristeza
un dócil animal de companía
con el que yo he jugado algunas tardes.
Sin apretar los dientes me estiraba del brazo,
paseaba conmigo, se sentaba a mis pies
en los fríos inviernos.
En los días aciagos, por probar su obediencia,
le lanzaba mi alma, y ella me la traía
dulcemente empapada en su aliento doméstico.
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía,
que hace tiempo ha adoptado
esta fea costumbre de morder a su amo "
Vicente Gallego.
2 comentarios:
Me gustó muchísimo este poema, almirante. Gracias.
Un poema para identificarse en muchos momentos. Gracias José María.
Un beso
Carmen
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