Siempre hay un después en Caballero Bonald; es un después que recuerdo desde que dijo que somos " el tiempo que nos queda ". Lo leo cuando los instantes gloriosos se hunden en la parsimonia de las horas malditas, esas horas que persiguen las sombras sin desmayos.
" Cuerpo, árbol triste, piedra
desmantelada,
¿ en qué interino
rincón de la memoria has ido almacenando
tus anhelos, tus lastres, tus malditas
condescendencias con la soledad ?
Las mermas sucesivas de los años,
sus fases de ufanía, ya son sólo
constancias azarosas :
allí una luz presunta
amagando en lo oscuro, aquí un atisbo
de pasión apenas persuasiva,
por todas partes esa mezcla
de contumacia y de incredulidad.
Cuerpo baldío : vida devaluada "
José Manuel Caballero Bonald.
2 comentarios:
Impresionante. Un regalazo.
Saludos
Gracias, siempre gracias; eternamente gracias.
Publicar un comentario