martes, 26 de mayo de 2009

" AGUSTÍN, BASILIO "


Me gustan los relatos de la posguerra, un tiempo de miserias y desgarro que describe muy bien la catadura moral de algunos y la grandeza de otros. Anoche, Morfeo me abandonó y la noche se volvió lectora hasta el amanecer. Recuerdo un texto breve, sencillo y bien escrito. Un texto de Eduardo Haro Tecglen.

" Augusto era el ordenanza , digo, la leña, el café, las cuartillas, los originales que bajaba a la imprenta. Fue envejeciendo, y un día no pudo más : no volvió. Me contaron que en sus últimas palabras, cuando otros llaman a Dios o a su madre, Agustín gritó : " ¡ Director, director! !: sólo imaginaba que el director del periódico tuviese tanto poder como para sacarle de ese trance. Otro que había sido ordenanza del periódico, Basilio, murió de cobrador de pequeñas facturas. El administrador del periódico, don Rodofo Ortiz, fue a verle muerto. Se inclinó a rezar un padrenuestro y, al bajar la mirada, vio que estaba amortajado con el uniforme. " Es que", explicó la viuda, " era su verdadero traje, el que había llevado toda su vida, desde que entró de botones". " ¡ Imposible! ", gritó don Rodolfo, " ¡ el uniforme es de la casa y hay que recogerlo para el próximo cobrador! ". Él mismo ayudó a despojar al muerto, y regresó al periódico ufano por el gasto que había evitado. Tiempos de miseria.

Eduardo Haro Tecglen (1924-2005)

No hay comentarios: