Días feriados en Córdoba; la ciudad toma otro rostro y en las casetas de la feria muchos meritorios intenta descubrir secretos, no saben que la mujer siempre es insospechada, en ello radica mucho de su grandeza.
" El le aseguró que seguía siendo hermosa, que en realidad nada había cambiado, que las personas siguen siendo las mismas, pero sabia que la engañaba y que era ella la que tenía razón : conocía perfectamente su hipersensibilidad hacia lo físico, el creciente rechazo que le producían los defectos externos del cuerpo femenino, que en los últimos años años lo había llevado a buscar mujeres cada vez más jóvenes y, por tanto, como advertía amargamente , cada vez más vacías y tontas sí, no cabe duda : si la fuerza a hacer el amor, aquello terminará en repugnancia y esa repugnancia salpicará de barro no sólo el momento presente , sino también la imagen de la mujer a la que amó hace mucho tiempo, una imagen que conserva en su memoria como una joya.
Sabía todo eso , pero todo eso no eran más que pensamientos y los pensamientos nada pueden contra el deseo, que sólo sabía una cosa : la mujer cuya inaccesibilidad e inimaginabilidad le habían hecho sufrir durante quince años, esa mujer está aquí , por fin puede verla a plena luz , por fin puede leer en su cuerpo actual su cuerpo de entonces, en su rostro actual su rostro de entonces..."
Milan Kundera.
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