Estuve dos años en el colegio salesiano de Ronda, lugar de infausto recuerdo y del que pese a sus méritos, los curas no lograron hacerme ateo. En mis ensoñaciones, en la clase de religión, en vez de aprenderme de memoria el nombre de las encíclicas papales, huía al " Génesis" y al "Cantar de los cantares". Se me quedó para siempre una duda, ¿quién era la mujer de Lot?
" Nadie nos ha aclarado todavía
si la mujer de Lot fue convertida
en estatua de sal como castigo
a la curiosidad irrefrenable
y a la desobediencia solamente,
o si se dio la vuelta porque en medio
de todo aquel incendio pavoroso
ardía el corazón que más amaba"
Amalia Bautista.
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