Apenas he puesto poemas de Carlos Bousoño, un poeta al que leí mucho hace años. Recuerdo sus versos cerca de una cala, una tarde de verano, con cervezas y compañía.
" Mar en calma. Con energía
desafiante asume el reto
de entender la sabiduría
inmortal de quedarse quieto.
Más allá de pena y de goce,
¡ infinitud en que te enrolas!,
el corazón, al fín, conoce
la ciencia de no tener olas.
La ciencia en que no vuela un ave
ni se escucha un sonido leve.
( Luego, sin nadie, el sueño grave.
Sin nadie, la estepa, la nieve.)
Carlos Bousoño.
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