La amistad de Juan Benet y de Luis Martín- Santos, fue larga y profunda.Una amistad iniciada en el Madrid de la posguerra, con reuniones y jolgorios dignos de esa época oscura y de escondites vitales.
" ... La noche del sábado comenzaba después de cenar en el Café de Gijón o en cualquier otro establecimiento del barrio, igualmente equidistante de nuestros domicilios, que no echara el cierre antes de las dos de la madrugada (...) Sin embargo era norma no acudir al burdel los sábados por la noche, aun en casos de extrema necesidad. Estaban demasiado llenos y a ciertas horas era preciso hacer colas y como dice Dª Luisa en "Tiempo de silencio" era impropio de nosotros (...) En el barrio más próximo a la pensión de Luis, entre las calles Barquillo y Hortaleza por un lado, y Reina y Pelayo por otro, existían numerosos burdeles para toda la escala social; desde los más lujosos y reservados hasta los más populares y así los precios de la ficha cubrían un espectro que iba de las 25 a las 500 pesetas. En uno , digamos, de la clase media Luis había echado raíces, teñidas de color oro viejo. Era una mujer madura de una edad indefinible sobre todo para el joven que al no haberla atravesado se rige con respecto a ella por similitudes, si es magnánimo, o con cierta impertinencia si pretende hacerse el fuerte; con aquella mujer éramos magnánimos, como lo era ella con Luis que por mucho que le tentaran las nuevas adquisiciones de la casa- más jóvenes, más atractivas, más atrevidas- siempre teminaba en brazos de ella, llevado por una fidelidad de difícil definición..."
Juan Benet (1927-1993)
Y uno recuerda a Juan Ramón Jiménez cuando decía :
(...)
" La carne no fue gala de aquel amor sin tedio...
tu desnudez suave era sólo un motivo
para que nuestras almas inmensas e inefables
se perdieran, soñando, en sus dos infinitos..."
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