De vez en cuando la necesito; es de esas mujeres que nunca olvido y cuya constancia intelectual, clarividencia y valentía no dejo de admirar. Anoche me ayudaron sus cartas y esta tarde, cuando el crepúsculo rompe la luz de primavera, me voy a su " Vida del espíritu". En este libro, a propósito de su famoso " Eichmann en Jerusalén", Hannah Arendt me dice algo que no puedo olvidar.
" La buena conciencia es, por lo general, propia de la gente auténticamente malvada, mientras que sólo la gente buena es capaz de tener mala conciencia".
Hannah Arendt (1906-1975)
1 comentario:
¡Caramba! Así pues, soy malvada.
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