lunes, 3 de diciembre de 2012
FRANCESCA.
Me devuelven algunos libros de Sándor Marai, prestados hace años. Antes de ponerlos en el anaquel, los abro al azar, los acaricio y llegan recuerdos de " La amante de Bolzano ".
" - ¿Por qué, Francesca ?
- Porque yo no soy la aventura, amor mío, no soy la materia de una obra maestra, ni soy el objeto de un acuerdo y un contrato sabios. No soy la amante que sale al encuentro de su amado para pasar con él una noche. No soy la tonta ilusionada que espera a un hombre sin tener esperanza alguna, que espera a un fantasma, el fantasma de la felicidad. No soy la joven esposa que, al estar casada con un anciano, sueña con unos brazos más vigorosos, con el beso de unos labios más ardientes, y que sale en medio de la noche nevada a buscar la ocasión y el consuelo. No soy la dama aburrida que no puede resistirse a tu fama y que se lanza a tu paso, ni la sentimental joven de provincias incapaz de resistir la presencia de su atractivo novio de antaño.
No soy ni tonta ni lujuriosa, Giacomo.
- Entonces, Francesca, ¿ quieres decirme quién eres ?
- inquirió él.
Las máscaras suavizaban sus voces, como si se hablaran desde una larga distancia. Así respondió ella, como si estuviese muy lejos :
- Soy la vida misma, amor mío... "
Sándor Marai ( 1900-1989 )
( Foto de Christian Coigny )
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Ay... Sandor Marai!
Su último encuentro es quizá uno de los libros más decisivos para mí: honor, amor, olvido, música, soledad, ausencias.... un grandísimo escritor.
Publicar un comentario