domingo, 9 de diciembre de 2012
AQUESOS OJOS LLENOS DE HERMOSURA.
De vida agitada y viajera, ordenó quemar sus versos poco antes de morir. Lo que quedó de la poesía de Francisco de Figueroa, se publicó en Lisboa en 1625.
" Blancas y hermosas manos, que colgado
tenéis de cada dedo mi sentido;
hermoso y bello cuerpo, que escondido
tenéis a todo el bien de mi cuidado;
divino y dulce rostro, que penado
tenéis mi corazón después que os vido,
¿ por qué ya no borráis de vuestro olvido
al que de sí por vos vive olvidado ?
Volved con buen semblante ya, señora,
aquesos ojos llenos de hermosura;
¡ sacad esta vuestra alma a dulce puerto !
Mirad que me es mil años cada hora,
y es mengua que quien vio vuestra figura
muera ya tantas veces, siendo muerto "
Francisco de Figueroa ( 1530-1589 )
( Ava Gardner. Foto de autor desconocido )
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