Una hora de caminata por calles perdidas. En la Plaza, un café y miradas; suenan estropicios musicales y una camarera alegra el lugar. Bella, con esa belleza eterna que derrota al tiempo.
Mañana con Borges.
" Esto nos lleva a otra cuestión : ¿ qué pensamos de la felicidad? ¿ Qué pensamos de la derrota, de la victoria ? Hoy, cuando la gente habla de un final feliz, lo considera una mera condescendencia hacia el público o un recurso comercial; lo considera artificioso. Pero durante siglos los hombres fueron capaces de creer sinceramente en la felicidad y en la victoria, aunque sentían la imprescindible dignidad de la derrota. Por ejemplo, cuando la gente escribía sobre el Vellocino de Oro ( una de las historias más antiguas de la humanidad ), oyentes y lectores sabían desde el principio que el tesoro sería hallado al final.
Bien, hoy si se emprende una aventura, sabemos que acabará en fracaso. Cuando leemos - y pienso en un ejemplo que admiro- "Los papeles de Aspern", sabemos que los papeles nunca será hallados. Cuando leemos " El castillo " de Franz Kafka, sabemos que el hombre nunca entrará en el castillo. Es decir, no podemos creer de verdad en la felicidad y en el triunfo. Y quizá ésta sea una de las miserias de nuestro tiempo "
Jorge Luis Borges ( 1899-1986 )
( Foto de Louise Dahl-Wolfe )
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