Antes de ir a una reunión, me tomo un café cargado y busco a Cervantes.
" Una vez contó que una doncella, discreta y bien entendida, por acudir a la voluntad de sus padres, dio el sí de casarse con un viejo cano, el cual, la noche antes del día del desposorio, se fue, no al río Jordán, como dicen las viejas, sino a la redomilla del agua fuerte y plata, con que renovó de manera su barba, que la acostó de nieve y la levantó de pez. Llegóse la hora de darse las manos y la doncella conoció por la pinta y por la tinta la figura, y dijo a sus padres que le diesen el mismo esposo que ellos le habían mostrado, que no quería otro. Ellos le dijeron que aquel que tenía delante era el mismo que le habían mostrado y dado por esposo. Ella replicó que no era, y trujo testigos cómo el que sus padres le dieron era un hombre grave y lleno de canas, y que pues el presente no las tenía, no era él, y se llamaba a engaño. Atúvose a esto, corrióse el teñido, y deshízose el casamiento "
Miguel de Cervantes Saavedra ( 1547-1616 )
( Foto de Marianne Breslauer )
No hay comentarios:
Publicar un comentario