Es viernes y el café se convierte en un " carajillo" de brandy. Estoy con las maravillosas crónicas, publicadas en el diario " El Sol" durante los años 20, por José María de Sagarra. Observación, gusto y muchas sensaciones. Era otro periodismo, ya perdido, en el que la literatura comulgaba con la crónica y la crónica con el dominio de la vida.
La carta que transcribo está fechada en Colonia, el mes de marzo de 1920.
" ...Una vez he logrado la habitación, voy a ver si me acompaña la fortuna en lo que hace referencia al alimento. He buscado el restaurante de más presencia, y he puesto cariño a un local espacioso, aparentemente muy confortable , pero, ¡ si desgraciado he sido en la habitación, más desgraciado soy en la comida! Decididamente, esta ciudad, tan encantadora, no deja de tener sus pequeños inconvenientes. Me he puesto un poco triste, hay que confesarlo , y he huido a meditar junto a la orilla del famoso Rin; este río que desde los tiempos de Julio César ha dado tanto que hacer a los hombres y ha sido el excitante sentimental de tantos espíritus. Voy a ve si él me cura de mi tristeza, si puedo digerir las tres sensaciones paralelas, y si puedo digerir la desagradable comida del restaurante resplandeciente y aparatoso "
José María de Sagarra (1894-1961)
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