No dormir siesta tiene sus reclamos. Mientras tomaba una granizada de limón con cava, ha caído en mis manos uno de los libros que me llevaré a la playa. Suelen volver algunos sin estreno, pero otros quedan unidos a noches de luna, olor a mar y sueños cumplidos.
" Las artes de Grecia y la riqueza de Asia conspiraron para erigir una estructura sagrada magnífica. La soportaban ciento veintisiete columnas de mármol del orden jónico; fueron regalos de monarcas devotos, y cada una medía algo más de dieciocho metros de altura. El altar fue adornado con esculturas magistrales de Praxisteles. Sucesivos imperios, el persa, el macedonio y el romano, veneraron su santidad y enriquecieron su esplendor. Pero los rudos salvajes del Báltico carecían de gusto por las artes elegantes, y despreciaron los terrores intelectuales de una superstición extranjera "
Edward Gibbon (1737-1794)
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