sábado, 27 de junio de 2009

EN EL BAR CENTRAL.


Es uno de los escritores españoles que más me gusta. En mi biblioteca veraniega siempre hay algo suyo por admiración y disfrute. Luis Mateo Díez domina el idioma y recrea situaciones y paisajes de forma magistral.

" Le veíamos entrar en el Bar Central a las seis de la tarde y en la sumergida quietud de los divanes y las mesas de mármol se iba diluyendo como una sombra más.
Algunas veces se percataba de que le estábamos mirando tras el ventanal : seis ojos de niños traviesos que se demoran en el camino de regreso a casa, pero no parecía importarle aquella vigilancia impertinente y caprichosa.
Escribía en cuartillas con una estilográfica muy grande y fumaba sin parar.
Murió al final de aquel invierno, poco después de que hubiéramos decidido dejar de espiarle para ir directamente a los billares de Castro donde, al fin, nos permitían colarnos.
Su última novela, que apareció al cabo de un año , se titulaba " El sendero furtivo". La leí mucho tiempo después y debo reconocer que me gustó.
En el último capítulo el protagonista, un hombre de vida sentimental muy atormentada, aguarda en un bar a la mujer con la que tras muchas dudas ha decidido reconciliarse.
De pronto observa tras el ventanal el rostro de tres niños que le miran burlones y comienza a sentir una gran zozobra. Se levanta, cruza apresuradamente el local y sale huyendo.
La novela termina describiendo la congoja de esa huida absurda.
De nada me he sentido tan culpable en mi vida como de ese desgraciado final "

Luis Mateo Díez.

2 comentarios:

Akseh dijo...

Gracias por este regalo antes de dormir. Luis Mateo es una asignatura pendiente que siempre tengo en cuenta.
Saludos.

Anónimo dijo...

Este hermoso fragmento me recuerda a una mujer. Gracias querido José María. No dudaré en leer a Luis Mateo.

Un abrazo


Carmen Pulido