Cerca de una oficina de la Junta de Andalucía, hay un edificio abandonado. En derredor quedan carritos vacíos, puertas amontonadas y derrotas festivaleras. En mi bolsillo llevaba un poema.
" Algo de mí caduca
en cada ruina que contemplo.
Buscaba el silencio que reposa en las cavernas,
en el rubor del cielo que anochece
como ciertas miradas que acostumbran a quedarse.
Pero la eternidad la escribe
la mínima existencia del saltamontes
que hace ruido en mi mano "
Amalia Iglesias.
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