viernes, 26 de abril de 2013
" ABEJAS DE CRISTAL "
Al volver a casa, un perfume casi prendido en la calle, la mirada no deja dudas; una nórdica de rostro profundo y ojos de azul deslumbrante. Callejear tiene sus alegrías.
Ordeno los libros de Jünger desperdigados en mi biblioteca. Entre ellos, los leídos hace más de veinte años, con sus anotaciones.
" ¿ Cómo es posible que los tiempos se hayan ensombrecido con tanta rapidez, demasiado rápidamente para una vida breve, para una sólo generación ? A menudo tengo la impresión de que hace apenas un momento estábamos en un hermoso salón, riendo y charlando; luego atravesamos tres o cuatro habitaciones seguidas y todo se torna espantoso. ¿ Quién sospechaba entonces, cuando bebíamos con los atamanes, que teníamos la suerte pegada en los talones ? Después luchamos, al parecer, en bandos diferentes, y, sin embargo, nos derrotó la misma maquinaria ¿ Qué ha sido de aquellos jóvenes adiestrados aún en la lucha con lanza y sable, de sus caballos árabes y de Trakehnen y de sus caballos de estepa, que tan grácil e infatigablemente transportaban a sus amos ? Al final todo aquello no había sido más que un sueño... "
Ernst Jünger ( 1895-1998 )
( Foto de Herbert List )
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1 comentario:
¿Y las luchas obreras?,aún tan cercanas en el recuerdo y tal vez tan futuras... En tal caso, ¿fueron, son, serán inútiles?.
Ah, el aprendizaje por la tristeza de las desilusiones, lo del día a día, el ardor que ponen los guerreros de la vida y la esperanza, por si acaso.
Saludos
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