domingo, 28 de abril de 2013
" COSAS TRANSPARENTES "
Noche insomne en la que vuelvo a ver El padrino. Domingo casi otoñal. Té rojo y Nabokov.
" Ahora hablaremos del amor.
¡ Qué poderosas palabras, qué armas se acumulan en las montañas, en lugares adecuados, en escondrijos especiales del corazón granítico, detrás de las superficies de acero a las que se ha dado la apariencia veteada de las rocas adyacentes ! Pero cuando se sintió impulsado a expresar su amor,en los días del breve noviazho y el martimonio, Hugh Person no sabía adónde dirigirse en busca de palabras que pudieran convencerla, que la conmovieran, que hicieran asomar lágrimas brillantes a sus ojos duros y oscuros. En cambio, algo que él dijera por azar, sin plantear el dolor y la poesía, alguna frase trivial, provocaba de repente una respuesta histéricamente feliz por parte de aquella mujer de alma seca, esencialmente infeliz. Los intentos conscientes fracasaban. Si, como sucedía a veces, en las horas más grises, sin la más remota intención sexual, él interrumpía su lectura para entrar en el cuarto y avanzar hacia ella apoyándose en rodillas y codos como un extático e indescriptible perezoso no arborícola, aullando su adoración, la fría Armande le decía que se levantara y dejase de hacer el tonto. Las más ardientes invocaciones que se le ocurrieran- mi princesa, corazón mío, ángel mío, animal mío, mi exquisita bestia- sólo lograban exasperarla.
- ¿ Por qué no puede hablarme de una manera natural y humana, como un caballero habla a una dama, por qué has de actuar como un payaso, por qué no puedes ser serio, sencillo y creíble ?
Pero el amor, decía él, era cualquier cosa menos creíble..."
Vladimir Nabokov (1899-1977 )
( Foto de Dusan Jaukovic )
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