miércoles, 3 de abril de 2013

" RON "


           Bohemio y trotamundo, todo lo que he leído de Cendrars me ha gustado. Es un escritor que no se debe olvidar.

    " Por orden del ministro de Justicia, el 8 de julio de 1901 el fiscal general Bulot emite una circular en la que se advierte que " en materia correccional, no debe dictarse auto de prisión preventiva contra ningún individuo con domicilio o profesión estables, salvo en casos excepcionales. En materia criminal , si bien la detención preventiva suele ser ineludible, es un error pensar que se impone siempre. El auto de prisión sólo debe ordenarse en caso de absoluta necesidad ". El 13 de enero de 1920, una nueva circular lo recuerda con severidad, y el 15 de marzo de 1922 el señor Scherdlin, fiscal general, vuelve a la carga, añadiendo que " la libertad provisional debe ser la regla, y la prisión preventiva, la excepción". Por último ¿ hay que recordar las recientes declaraciones de Raoul Péret, ministro de Justicia ?
    Sin embargo, el 1 de abril de 1921, Jean Galmot, diputado de la Guayana, es encerrado en la Santé, en el secreto más absoluto, en una celda signa de los paises más bárbaros. Se lo quitaron todo : los tirantes, la corbata, el cuello duro, incluso los lápices; sólo le dejaron la navaja de afeitar.
    Así que allí está, cara a cara con su navaja.
    Jean Galmot es un hombre muy leído y, pese a las circunstancias, su humor resucita.
    Durante la retirada de Rusia, Stendhal fundía todas las mañanas, metodicamente, un poco de hielo y se afeitaba con esmero. Era mejor que perder la cabeza y morirse de desesperación. Así que cada dos horas, cuando la ronda se acerca a echar un vistazo a la celda de Jean Galmot a través de la mirilla, se lleva la sorpresa de verlo afeitarse meticulosamente, con intensas miradas burlonas.
    Por fin se siente libre.
   Encerrado en un calabozo de dos metros por tres, con el agujero de una cloaca, de la que surgen ratas muertas de hambre, en un rincón, enfermo, febril, helado, solo, completamente solo, se siente al fin libre.
   La navaja... le hace reír, y ríe. Solo.
    No es la primera vez que responde con una risa de hombre libre a las trampas que le ponen sus enemigos... "

      Blaise Cendrars (1887-1961 )

      ( Foto de Raymond Depardon )

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