domingo, 21 de abril de 2013

ESTOY EN CAMINO.


     Almuerzo en un nuevo restaurante, " La siesta ". Buen vino de Rueda y un lomo de bacalao a la rondeña en su punto. Apetece copa de Pedro Ximénez y novela.

      Benjamin Tammuz es uno de los escritores israelíes que más me gusta. Sus libros son difíciles de encontrar, pero con persistencia, todo llega.

     " Tiro y Sidón, Tel Oz y Tel On, Mar Sela ( Marsella ) y Qarta Hadashta ( Carthago Nova ) desfilaban en la memoria del joven filólogo griego tumbado en la cama de su pensión en el límite oriental de la Europa del norte. Al recordar el sol de su infancia cerró los ojos e invocó a todos los hechiceros de la antigüedad para que le presentaran a la muchacha surgida del seno de todos esos pueblos que reclamaba para sí; a ella, la heredera de Hera, la de los brazos blancos; a la descendiente de Astarté, madre de los más santos templos; a Sherezade hija de Hermón, la más tierna de las mujeres y maestra en subterfugios; a la sulamita que, desnuda de su túnica, cómo va a volver a ponérsela, aun cuando su amante se esté cubriendo de rocío junto al pomo de la puerta; a Layla la sonámbula, cuyo espíritu flota sobre las aguas del río. Hazme saber cuál es tu aspecto hoy, cómo es tu voz y de qué color son tus ojos cuando te sientas junto a la ventana en este preciso instante y en cualquier parte del mundo. Dímelo, hermana mía, desposada mía, tú que estás cansada de la liviandad de los pueblos modernos. Dime que tus ojos no son azules, sino como los de la gacela, aun que tu piel sí es blanca; que tu pelo no es como el lino aplastado, sino como el bronce de Damasco. No salgas de casa porque ya vengo, estoy en camino "

      Benjamin Tammuz ( 1919-1989 )

      ( Foto de autor desconocido )

1 comentario:

Ula dijo...

Si alguien como Benjamin Tammuz me dijera: "No salgas de casa porque ya vengo, estoy en camino", no saldría, obviamente, y con todo el gusto del mundo.
La traducción parece argentina por lo de "ya vengo". No tengo nada que objetar, muy al contrario, gracias a traducciones argentinas he podido leer en este país grandes obras.

Que la música siga.