Paso por la antigua ermita de san Zoilo y el aire huele a encina quemada. Una pareja se besa en la puerta de un hotel cercano, sabe a despedida sin escenario ni tramoya; una despedida para siempre.
" Que la vida te sea llevadera.
Que la culpa no ahogue la esperanza.
Que no te rindas nunca.
Que el camino que tomes sea siempre elegido
entre dos por lo menos.
Que te importe la vida tanto como tú a ella.
Que no te atrape el vicio
de prolongar las despedidas.
Que el peso de la tierra sea leve
sobre tus pobres huesos.
Que tu recuerdo ponga lágrimas en los ojos
de quien nunca te dijo que te amaba "
Amalia Bautista.
( Foto de Geof Kern )
2 comentarios:
Tanto me importa la vida como yo a ella, Amalia. El vicio de prolongar las despedidas, ya me atrapó.
Quien no es capaz de decir "te amo", tiene que pagar su precio, como todos.
Buenas noches.
Que precioso poema.
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