En una vieja librería de madrileña me encontré a un escritor rondeño. En una especie de baúl, con cientos de libros desordenados, apareció " La mujer de tu prójimo" de Francisco Aparicio Miranda. El libro se editó en Madrid, en el año 1933, por la Imprenta Helénica, sita en Pasaje de la Alhambra número 3. Intento descubrir en sus letras mundos perdidos, calles olvidadas, sueños desgarrados.
" Muchas veces, entretenido al escuchar a doña Elena el relato de alguna fiesta de su juventud, el niño experimentaba alguna súbita explosión de rabia, como la de un amante que siente celos del pasado. La intervención del padre, obligándole a callar, acrecentaba aquel sordo rencor que le dejaba durante mucho tiempo sorbiéndose las lágrimas, con el corazón acongojado, de bruces contra el suelo, sin pronunciar palabra. Para dormirlo necesitaba su madre exhibirle de nuevo las joyas y preseas, dejarle acariciar los collares de perlas, conservar bajo la almohada su abanico predilecto, sorber hasta la embriaguez su rancio perfume de reliquia... De aquel modo contradictorio, iban surgiendo juntos a la vida, el macho y el poeta, la bestia y el ángel.
Al hacer eclosión la pubertad, cedió la aguda crisis de misticismo que mantuvo larvada durante mucho tiempo la calentura de la pasión que habría de abrasar más tarde sus ansias juveniles. La mujer, físicamente, comenzó a ser para Eduardo el misterio inasequible y remoto, hoguera siempre encendida, en torno a la cual volaban y se extendían las alas de su ser... "
Francisco Aparicio Miranda.
( Foto de Robert Lubanski )
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