En el trajín mañanero, he pasado por una calle cordobesa que me trae recuerdos noctívagos. Hace años pululaba por un pub desaparecido, en el que preparaban una maravillosa ginebra con tónica; La calle se llama Fray Luis de Granada, nombre de un personaje curioso, medio eramista y perseguido por la Inquisición. He buscado su "Guía de pecadores" y veo que in illo tempore...
" ...Demás de esto conviene guardar con diligencia todos los sentidos, mayormente los ojos, de ver cosas que te puedan causar peligro. Porque muchas veces mira el hombre sencillamente, y por la sola vista queda el ánima herida. Y porque el mirar inconsideradamente las mujeres, o inclina o ablanda la constancia del que las mira (...) Huye, pues, toda sospechosa compañía de mujeres, porque verlas daña los corazones; oírlas, los atrae; hablarles , los inflama; tocarlas, los estimula, y , finalmente, todo lo de ellas es lazo para los que tratan con ellas"
Fray Luis de Granada (1504-1588)
1 comentario:
Publicar un comentario