Hace muchos años, en mis paseos por el parque de María Luisa, en Sevilla, me perdí en una mirada. Debió ser por primaveras y cerca de la glorieta de Bécquer. Ella me hablaba de poetas sevillanos, profesores. Yo no era poeta, ni sevillano ni profesor. Pero aún me queda su mirada...
" Toda tormenta cesa si tus ojos
derraman su celeste . Qué sereno
se vuelve el aire entonces y qué pura
la nueva luz. Así cuando me miras
las nubes de mi llanto, la tristeza,
como la noche, negra , la desidia,
los vientos de la angustia, los pesares
roncos como los truenos, el hastío
devastador y frío, la amargura
como lluvia de hiel, las duras iras,
que roen el corazón, se desvanecen
y se inunda de paz el alma, y nace
como una flor callada la alegría
de saberse mirado en tu mirada "
Jacobo Cortines.
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