Hay poetas grandes y olvidados, Juan Rejano es uno de ellos. Su vida estuvo marcada por la guerra, el exilio y el sueño de la vuelta. No pudo volver a su Puente Genil, murió cuando le quedaban días para el regreso.
El poema que leo, es un poema de permanentes recuerdos.
" El vino rojo y dulce
de tu lengua,
el fluido
cegador de tus brazos,
y un cielo borrascoso
entre los dos.
El cielo
de la sed
que no acaba"
Juan Rejano (1903-1976)
No hay comentarios:
Publicar un comentario