Tengo la costumbre de mirar el nombre de las calles; en Córdoba me suelo fijar en el antiguo y en el nuevo, siempre descubro que los nombres antiguos eran más bellos. Por la parte vieja de esta ciudad califal, nunca he visto el nombre de Ibn Xuhayd. No sé si tendrá calle, pero era un gran poeta y fue ministro durante la última etapa del califato omeya.
" Cuando se durmió
vencida por la embriaguez,
y dormían también los vigilantes,
me deslicé hacia ella
hasta alcanzar su costado,
como el compañero de juegos
que busca el contacto furtivo.
Me abrí paso junto a ella,
invadiéndola en el sueño,
inundándola poco a poco
como el aliento.
Besé el marfil de su cuello,
sorbí la grana de sus labios.
Pasé con ella la noche,
dulcemente,
hasta que sonrió
la boca de la aurora "
Ibn Xuhayd (922-1035)( Versión de Emilio García Gómez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario