Amores de verano, amores perdidos. Recordar el primer beso playero, el sabor de sus labios y el trajinar de manos y deseos. Hay muchos veranos y, algunos, tienen fecha de caducidad.
" Con el traje de junio
la vida se mostraba casi dócil
entre toallas verdes y amarillas
y licra luminosa compartiendo
fronteras con la piel. Oler a mar templado
y la pereza cómplice
de olas y bañistas : era propio hundirse
en esas lentejuelas soleadas del agua
en las selvas pintadas sobre los bañadores,
desmenuzar el velo finísimo de la sal
de unos hombros cercanos
y posponer la noche y su aventura.
Parecía la vida un puro litoral
pero avazó una sombra :
al borrar con saliva la sal de la mañana
pude ver la inscripción junto al homoplato :
FRUTA PERECEDERA. Consumir
de preferencia ahora. El producto se altera fácilmente,
antes que los deseos. No se admiten
reclamaciones"
Aurora Luque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario