domingo, 11 de noviembre de 2012

ESE FUEGO...


       Vuelvo a la Diputación a ver la exposición de Emilio Serrano. Despacio observo cada cuadro, cada detalle, cada trazo.

      Después, paseo por los Jardines de Colón, fuente majestuosa y bancos sucios.

       Cerveza y periódicos en el Círculo de la Amistad.

    " Hay otro recuerdo de nuestras tardes que muchas veces vuelve a mí, en el que me complazco. Porque en él estás tú de tal forma... y además fue uno de aquellos momentos en que te contemplaba tan arrebatadora que hubiera podido huir contigo al fin del mundo. Estábamos acostados. Nos habíamos amado. Entonces dijiste :
    - Las mujeres cuidan a esos feroces enfermos que regresan de climas malsanos.
    " It is " me dije ( si tú citabas a Rimbaud yo podía hacerlo con Shelley ) " the wandering voice of Orpheus lyre. "
    ¡ Qué más puede uno pedir a la vida que una criatura de tan excepcional belleza como tú y entregada hasta el tuétano, y que además cita a Rimbaud, la frase justa en el instante justo ! Y creí escuchar mi propio corazón como esas campanadas lejanas y estremecedoras que se escuchan de pronto en medio de alguna ópera.
    - Tu sexualidad- me dijiste un día - es como la figura del dandy : la encarnación de la rebelión del gusto, la negación del igualitarismo, la defensa del refinamiento y la consagración del placer como Belleza. Como luz de la inteligencia y de la sensibilidad. Y eso es lo que jamás podré agradecerte bastante : que me lo hayas hecho ver, que me lo hayas enseñado, que me hayas hecho a mí sentir en mi carne ese fuego... "

         José María Álvarez.

         ( Foto de Mario De Biasi )

3 comentarios:

Ula dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ula dijo...

He suprimido comentario porque han salido cosas raras. Vuelvo a comentar:

"Traducciones mal estudiadas, mal hechas, confunden el sentido en el que Arthur Rimbaud se expresó"
"Las mujeres cuidan a esos feroces enfermos que regresan de climas malsanos"

En vez de: "Las mujeres admirarán y amarán a esos grandes hombres que vuelven con músculos poderosos, con dinero: me adorarán, etc...

Ay, ay, ay.

Saludos

José María. dijo...



Parece que el protagonista de la novela, no conoce bien la poesía de Rimbaud.

Gracias por la aclaración; siempre es un placer.

Saludos.

José María.