Hay personas como los mascarones de proa, mascarones de viejos barcos anclados hace tiempo en algunas memorias. La tarde lleva un té fuerte y recuerdos.
" Me hundo y luego vuelvo a renacer de nuevo.
No pueden las tormentas con mi rostro y su pena.
Navego mar adentro.
Me tragan los abismos
y resurjo de nuevo sobre el mar y las olas.
Yo soy insumergible.
Como esos mascarones de los barcos antiguos
que navegan soberbios del tajamar en lo más alto "
Elsa López.
1 comentario:
Muchas gracias a Elsa López y a usted, almirante.
Este poema ayuda a cononerse a si mismo y a la vez hermana, a sabiendas que esto le pasa a alguien más que a uno mismo. Y también ayuda en los momentos en que el abismo aparece como horizonte. Nos queda la esperanza.
Preciosa foto.
Un saludo.
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