Mañana de sol otoñal en el "Círculo de la amistad"; un buen desayuno y un poema rescatado de Nabokov. Es Nabokov, uno de mis Dioses, escritor completo y genial.
" Era un día como otro cualquiera. Dormitaba la memoria.
Se alargaba la fría y aburrida primavera.
De pronto, una sombra en lo más hondo del alma
se removió, y fue subiendo con un profundo sollozo.
¿Por qué llorar? No sé como consolarme.
Pero cómo pataleaba, cómo se agitaba,
cómo impetuosamente se agarraba al cuello,
en la oscuridad terrible pidiendo que la tomara en brazos "
Vladimir Nabokov (1899-1977) ( Traducción de Macarena Carvajal)
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