Escribir anatomías de los recuerdos es sofocante cuando se tienen recuerdos. La tarde lleva olores de lluvia y de otoño lento; leo a Juan Benet, buen amigo y tertuliano indomable.
" - Siempre que me hablas de virtud pienso en postizos y pelucas-añadió-. Lo mío es el vicio.
-Lo mío también-concedió Abdón-Justamente porque la virtud es provechosa. Porque si no fuera provechosa no sería virtud. Es decir, es virtud porque es provechosa, y no al revés, porque si el vicio fuera provechoso se predicaría como virtud. La moral es siempre doble y falaz y pone el sustantivo donde debe poner el adjetivo y al revés. En realidad la moral debe decir : el provecho es virtud, pero para guardar las apariencias lo dice al revés. Por eso yo sólo me guío del revés de lo que se dice. No es lo opuesto, es el revés. El revés me da mucha tranquilidad porque permite ver cómo están hechas las cosas. Están hechas por el revés para que luego se vean por el derecho. Y el derecho engaña, engaña siempre. Por eso odio las circunstancias y he procurado vivir toda mi vida atento a los reveses (...) Los nuevos ricos, ah, los nuevos ricos son siempre más nuevos que ricos, y cuanto más ricos se vuelven más nuevos, y nunca pueden volver porque nunca llegan..."
Juan Benet (1927-1993)
1 comentario:
Qué buen recuerdo. Nunca lo conocí personalmente pero sí conocí a su última mujer Blanca Andreu por varios caminos. También, por mi marido, conocí a uno de sus hijos con el que pasé muy buenos ratos en Salamanca, donde vive y trabaja como arqueólogo (con alguna dificultad física, que no viene a cuento)
Cómo me gustan estas coincidencias a pesar de las distancias.
Su pelo blanco, su cabreo cuando jugaba al trivial y no acertaba algunas preguntas porque según él (yo también lo creo) no están bien planteadas.
Según los oráculos, las respuestas vienen dadas según sean las preguntas formuladas.
Siempre un placer recordar a los buenos.
Un saludo.
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