En el año 64 a.C, Marco Tulio Cicerón se presenta a las elecciones para un cargo en el Consulado Romano; pide consejo a su hermano Quinto Tulio y este le escribe un breviario de campaña electoral, el célebre Commentariolum petitionis. Y el tiempo...
" Procura desplegar todos los medios que estén a tu alcance para que estas elecciones resulten un magnífico y brillante espectáculo popular, y que , si es posible, salga a la luz todo lo infamante, ilegal, deshonesto y corrupto que haya en la persona o en las actuaciones de tus oponentes. Todos tus esfuerzos durante la campaña debes encausarlos a mostrar que eres la esperanza del Estado, pero evitando al máximo hablar de política, sea en el Senado o en los mítines. Basándote en tu carrera política, los senadores estarán convencidos de que eres el defensor de sus privilegios y de su autoridad. Tu pasado confirmará las esperanzas de un futuro tranquilo y próspero a los caballeros romanos y a la gente con dinero; y el pueblo, juzgando por la fama conseguida por tus intervenciones políticas y judiciales, debe creer que serás el mejor defensor de su causa "
Quinto Tulio Cicerón (102 a.C-43 a.C)
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